Existe un dicho que dice “Si te gustan los gatos no compres lindos muebles” y es verdad, por su naturaleza los gatos son de arañar objetos y más aún en su infancia, el morder y romper es algo que lo hacen y con mucha frecuencia.
Es necesario en esa primera etapa estar muy pendiente del gato para que ese comportamiento no lo acompañe siendo un gato adulto, explicarle una y otra vez será una tarea imprescindible para mejorar su comportamiento, las conductas no corregidas son muy difíciles de poder modificar cuando deja de ser cachorro.
Si comienza a hacerlo de más grande las razones pueden ser estrés o ansiedad, los gatos son animales muy fáciles de estresarse aunque no lo parezcan y esto les afecta mucho en su vida cotidiana, el dedicarles tiempo de juego ayuda mucho a reducir su malestar, hemos hablado en notas anteriores sobre juegos con felinos y principalmente uno que disfrutan mucho es desarrollar su instinto predatorio a través de un juego.
Además de morder, los gatos demuestran su estado arañando, puede ser por ansiedad o como un juego, todo para ellos es atractivo, sillas, sillones, cajas, muebles, telas, cortinas, es fundamental mantener sus uñas cortas (existen cortaúñas especiales que nos permite hacerlo a nosotros sin ninguna dificultad) porque ellos utilizan el arañar para sacar filo a sus uñas.
Un rascador es imprescindible a la hora de cuidar nuestros objetos, llevar al gato y explicarle que el rascador es el lugar donde debe actuar es lo indicado, ese objeto si puede ser destruido y nunca debemos retarlo si lo hace.
Por último, nunca jugar con las manos si queremos conservarlas sin rasguños, el gato ama que le juguemos de mano pero no es lo indicado, las caricias y demostraciones de afecto son correctas pero actitudes de juegos bruscos van a llevarlo a mordernos y rasguñarnos sin ningún tipo de mala intención, vale aclarar que el gato tiene todas estas conductas no por maldad sino por instinto.