Si asociamos el sentido del humor a un perro seguramente lo veremos contento, corriendo, jugando, lamiéndonos y feliz, porque los perros son felices y nos transmiten esa sensación tan linda, pero algunos no tienen tan buen carácter y sufren de algo muy frecuente como todos nosotros, los perros pueden tener mal humor.
Tal como a los seres humanos se nos puede notar nuestro humor por nuestra postura, actitud o gestos los perros también nos pueden demostrar su estado anímico con características similares. Los gruñidos son clásicos a la hora de mostrarnos su descontento, que puede ser con o sin motivo, no siempre está relacionado a algo que estemos haciendo o esté ocurriendo que le moleste.
Los ladridos son otra forma muy clara de mostrarnos su descontento, los ladridos constantes acompañados de una postura y actitud particular corporal son características típicas de su mal humor, alguna vez pudimos ver algún perro en algún balcón encerrado ladrando constantemente a una ventana esperando poder volver a entrar, nos permite ver su estado de enfado y molestia.
Para nosotros nuestro humor puede resultar difícil de cambiar o controlar, pero no es tan así para los perros, lo primero que debemos hacer es observar que es lo que está ocurriendo para que el perro actúe de esta manera, algún cambio en su rutina, en el hogar, en el paseo, una nueva mascota; pueden ser varios los motivos debemos estar atentos.
Debemos mostrarle confianza y tranquilidad para resolver su problema, puede no resultarnos sencillo detectar que es lo que lo pone de mal humor, en los perros adultos mayores algún dolor puede ser motivo de mal humor y nos puede llevar tiempo detectarlo por eso cuando lo básico y cotidiano esté todo controlado y continúe de esta manera es recomendado consultarlo con un veterinaria, a veces el perro puede hasta ser agresivo debido a un dolor.