Puede resultar difícil para un gato la llegada de un nuevo miembro de la familia al hogar, puede ser algo natural y en muchos casos no es necesario comenzar a realizar cambios, pero con algún que otro gato tendremos doble tarea, ocuparnos del recién nacido y también del gato.
La rutina en los gatos se siente totalmente modificada por cualquier cambio, hasta lo más insignificante para nosotros puede resultar algo muy difícil para poder adaptarse, de solo imaginar la llegada de un bebe, podemos imaginar nuevos ruidos, una atención distinta, nuevos olores, y muchas mas cosas que llamaran su atención.
Está demostrado que el periodo del embarazo es importante para ir preparando al gato, por mas que pueda no resultar comprensivo, mostrarle al gato la evolución del embarazo, la panza, y contarle sobre la llegada del nuevo miembro es algo útil, en resumen, tal como se le explica a un niño que va a tener un hermanito, lo mismo deberíamos hacer con el gato.
Tomar algún juguete del bebe e intercambiarlo por uno del gato tendrá como objetivo ir mezclando su vida, encontrar algo suyo cerca del bebe y que entre sus cosas exista algo del nuevo miembro, fomentará el comienzo de una relación entre ellos.
Cualquier cambio físico dentro del hogar es conveniente hacerlo antes del nacimiento, tendremos varios meses para preparar el hogar, siempre conviene hasta por nosotros mismos agendar los cambios un tiempo previo al nacimiento, para que los cambios no sean todos juntos.
El tiempo que le dedicamos a nuestro gato para su recreación debemos respetarlo, ya sea para jugar o mimarlo esto por mas que resulte difícil no debe cambiar para que ellos no sufran además del cambio una sensación de abandono, y no acepte los cambios por esta razón.
Hemos dicho muchas veces que los gatos no son todos iguales, o no a todos les resulta lo mismo, pero en general ellos poseen una forma de ser propia e independiente, lo que puede resultar para uno, puede no serlo para otro. Por este motivo, la clave esta en la adaptación.