Así como existen humanos mas asustadizos que otros con las mascotas ocurre exactamente lo mismo, algunas de ellas sean perro o gatos sufren de un temor mas desarrollado hasta puntos de sobresaltarse ante cualquier ruido o un movimiento cercano.
El miedo no solo puede ser a algo que ocurre, puede ser miedo a entrar a una habitación, a subir una escalera, a subirse a un sitio y en algún caso situaciones irrisorias, y como sucede con nosotros es algo modificable con la ayuda necesaria.
El miedo puede no tener un origen o bien que aparezca por temor a que un hecho vuelva a ocurrir, hablamos de una escalera, si el perro o el gato cae de una escalera es posible que no quiera subirla mas, si entró a una habitación y escucho un ruido o alguien a modo de juego lo asusto puede crear un trauma que no le será fácil superarlo.
Tenemos que trabajar en su confianza, ayudarlo a superar lo que lo perturba ya sea algo natural o por un hecho ocurrido, y si es algo que no podemos ayudarlo debemos ponernos en contacto con personas especializadas en el tema como un adiestrador para que evalúe el problema y la solución.
La mascota puede demostrar su temor de diferentes maneras, puede salir corriendo al ocurrir un ruido, quedarse quieto y no querer ingresar a un cuarto, ponerse agresivo, gruñir, ladrar o maullar en el caso de los gatos de una manera diferente, y hasta pueden morder.
Tenemos que tener paciencia con lo que le ocurre, demostrarle seguridad y ayudarlo bajo su comprensión, que le hablemos puede ayudar, pero debemos saber cómo, demostrarle afecto por medio de caricias puede ayudar al momento de hablarle y explicarle como superar este temor.
Las recompensas pueden ayudar, al momento de trabajar en el problema cuando vaya realizando los pequeños cambios premiarlo con un snack, un hueso, o algo que lo estimule a lo que está haciendo, si de ese modo funciona no será difícil cambiar su conducta.